Mediante una turbina y una resistencia de alta eficacia conseguimos eliminar el uso de aire comprimido en la regeneración del desecante tan valioso para el usuario final.
Este sistema de secado automático utiliza la turbina para extraer el aire ambiente y pasarlo a través de la resistencia para calentarlo. Esta corriente de aire caliente fluye en dirección opuesta a la de la del caudal de secado. Ese aire a más de 200⁰C regenera la humedad del lecho del desecante.
El sistema de control integrado monitorea el punto de rocío y realiza automáticamente los ajustes necesarios en el calentamiento y la regeneración, consiguiendo así importantes ahorros de energía.