Agua, aceite y partículas sólidas comprometen la pureza del aire comprimido. Estos contaminantes tan comunes se cuelan en los sistemas de aire e impiden un rendimiento perfecto de los compresores.

Todo sector requiere los mejores resultados. Pero todavía hay una exigencia mayor en aplicaciones más críticas, como la farmacéutica y alimentaria, entre otras.

¿Cómo controlar que los estándares de calidad del aire son correctos? La necesidad de dar una respuesta contundente en este sentido fue el motor creativo de la norma ISO 8573-1, encargada de categorizar la pureza del aire.

A continuación, detallaremos los rasgos principales de esta norma, así como los mejores sistemas para combatir los contaminantes aéreos.

Claves para determinar la pureza del aire comprimido

Clasificación de la pureza del aire según la ISO 8573-1

De acuerdo con la ISO 8573-1, la pureza del aire comprimido debe clasificarse en función del tipo de contaminante:

  • “A” determina la clase de pureza en cuanto a partículas sólidas.
  • “B” define la clase de pureza en relación al agua de la línea
  • “C” especifica la clase de pureza del aceite sea en vapor, aerosol y líquido.

Además, este grupo de Normas Internacionales puntualiza el tipo de método a la hora de realizar comprobaciones del estado del aire. También apunta las técnicas analíticas concretas en el caso de cada contaminante.

Estas mediciones se realizan para encontrar los puntos críticos por medio de instrumentación asimismo certificada según la ISO. Cada muestra debe tomarse de lugares en los que se emplee aire comprimido, sea de forma directa o indirecta.

Cómo mejorar la calidad del aire comprimido

Según el rendimiento que se precise, debe instalarse un grado de filtro específico o una combinación de grados de filtro así como un determinado tipo de secador.

Por medio de la filtración de alta eficiencia, filtración submicrométrica, se proporciona aire comprimido libre de aceites y partículas. Este grupo de filtros, así mismo, ofrece protección al secador de la línea (con el que, a su vez, se consigue el punto de rocío de la clase requerida) proporcionando al usuario la mejor calidad posible del aire comprimido.

En Serfriair contamos con profesionales de larga trayectoria para ofrecerte un asesoramiento personalizado al mejor coste, con las garantías que ofrece la normativa ISO 8573-1 en lo relacionado con la pureza del aire comprimido.